
Como de costumbre colocaron los ramos en la madrugada de ese día e iniciaron la mañana con un pasacalles a fin de recoger a las quintas antes de ir a misa.
La misa castellana, amenizada por el coro parroquial, tuvo un emotivo momento en el acto de agradecimiento de los quintos a todos, los presentes y ausentes, ejerciendo de portavoz Manuel González.
Tras la misa y el ya tradicional baile vermú, en la comida, este portavoz aún sorprendió a todos con un original brindis.
En la tarde todo el pueblo participó de la invitación especial a un vino español, invitación que se prolongó hasta la madrugada con la intervención de la orquesta sufragada por los propios quintos.
FOTOS VILLALAMPREANA